Nuestra Misión, Visión y Valores

 

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Misión

Muy orgullosos de ser un emprendimiento que ofrece a sus huéspedes servicio de hospitalidad de calidad, con calidez. Ubicada en un lugar espléndido para los viajeros más exigentes que eligen para alojarse algo diferente a un Hotel en su visita a las Cataratas del Iguazú.

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Amigos del medio ambiente, respetamos y cuidamos el entorno, combinando el confort de las instalaciones con el contacto directo de la naturaleza, en una zona que preserva la vegetación autóctona de nuestra Selva Paranaense.

 

Visión

Jerarquizar a la Posada del Chamán Iguazú, como un lugar de alojamiento exclusivo y de mito en la zona; donde la calidez y el nivel del servicio personalizado ofrecido alienten a sus exclusivos huéspedes a visitar nueva-mente el establecimiento y a recomendarlo a familiares y amigos.

 

La superación constante en búsqueda de la excelencia en los procesos, permite resaltar nuestras expectativas y la de nuestros huéspedes, siempre enfocados en un marco de rentabilidad y crecimiento sustentable.

 

Valores 

Nuestras acciones están basadas en los siguientes valores:

 

• Calidez humana, cordialidad y altruismo.

• Servicio personalizado y compromiso.

• Ética y creatividad.

• Respeto y valoración del entorno ambiental selvático.

• Innovación e integración de nuevas tecnologías de arquitectura sustentable.

 

Cuenta la historia

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“… Bueno, te cuento la historia de un personaje que vivió durante muuuuchos años en Hispanoamérica en busca de chamanes u hombres de conocimientos; viajó por Guatemala, Costa Rica, Honduras, El Salvador, Venezuela, Colombia, Argentina, Brasil y Uruguay, en los que vivió y convivió con indígenas de diferentes comunidades y razas.

   

A lo largo del tiempo y los lugares, ayudó haciendo diferentes sanaciones a multitud de personas que lo necesitaban, siempre de forma altruista y a la vez disfrutando de los procedimientos.

 

Su estancia en Iguazú fue algo más de tres años, donde construyó su casa con su joven esposa, en una quinta maravillosa con árboles frutales de gran esplendor, cerca del Mbororé (Asentamiento Indígena Guaraní) que llamó Quinta el Chamán. El contacto con los Guaraníes de la zona fue muy gratifi-cante, allí conoció al famoso Abuelo (como le llamaban), chamán querido y respetado de la comunidad Guaraní de las 600 hectáreas de Iguazú. 

 

Durante todo este tiempo visitó innumerables veces al Abuelo el cual le acepto como su compañero gringo, muy raro, que decía cosas extrañas, pero que en el fondo se encontraba bien con él. Lo acompañó durante mucho tiempo a realizar sanaciones a los hermanos Guaraníes de las comunidades cercanas, en ocasiones la distancia era de unos seis kilómetros por medio de la selva Misionera.

 

De esos viajes aprendió mucho en los procedimientos que el Abuelo aplicaba a sus pacientes y tanto de él como de los demás se repetían aquellas técnicas que él proporcionaba una y otra vez con sus pacientes. Durante casi treinta años alternativos disfruto de la compañía de los indígenas que lo acompañaron y siempre se sintió como en familia con ellos, y en algunas ocasiones muchas de las personas no indígenas que convivían con él ni siquiera se enteraban de estas aventuras, esa era la cualidad que él tenía, hacia las cosas siempre ayudando a las personas en general y nadie se enteraba de nada.

 

En la actualidad y después de tantos años y de un sin fin de kilómetros recorridos se encuentra en su país de origen haciendo lo que más le gusta hacer, seguir ayudando a las personas a sanar, o sanarse en un centro llamado Sanaconsciencia, en el cual atiende a multitud de personas con problemas de salud y de forma altruista como siempre.

 

Sigue siendo feliz con la mujer que le ha acompañado siempre de forma incondicional ayudándole en todo aquello que hizo falta hacer, incluso en los trabajos fuertes de la construcción de los lugares maravillosos que los dos constru-yeron y siempre recordando y agradeciendo con amor a todas las personas que conocieron en el camino, tanto a las que le ayudaron como las que le perjudicaron pues de estas fue de quien más aprendió.

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“ AYUDAR Y NO PEDIR NADA A CAMBIO

ES EVOLUCIONAR EN LA DIRECCIÓN ADECUADA ”

 

        “ Yo no soy chamán, pero es lo que me gustaría ser cuando sea mayor...

y le pusimos el nombre pensando en llamar la atención de todas esas

personas chamanes o interesados de alguna manera en ese mundillo”

Manuel